Por Marcela Peñaloza
En los años noventa, la Dirección General de Servicios de Cómputo Académico (DGSCA), ofreció a alumnos universitarios un programa de becarios patrocinado por la empresa Control Data, que por aquel entonces había donado un gran equipo de cómputo a la Universidad. Como tutora en ese programa, tuve el honor de recibir a dos colegas informáticos, ahora maestros en ciencias de la computación: José Antonio Salazar Carmona, y Ana Yuri Ramírez Molina.
Años más tarde, del Instituto de Investigaciones Bibliográficas preguntaron al Dr. Juan Voutssás Márquez, quien entonces apoyaba en una de las direcciones de área de la DGSCA, por un perfil que pudiera hacerse cargo del departamento de informática del instituto. Tras entrevistarla, el Dr. Voutssás recomendó para ese puesto a la licenciada en informática Ana Yuri Ramírez Molina, exbecaria de la dependencia, quien ya colaboraba en ese instituto como técnico académico. Tras ser evaluada al igual que el resto de los candidatos, Ana Yuri fue elegida para esa responsabilidad.
En 2019, más de veinte años después, por sus contribuciones y desempeño como responsable TIC en el subsistema de la Coordinación de Humanidades, Ana Yuri fue designada como miembro del Consejo Asesor en Tecnologías de Información y Comunicación (CATIC) de la UNAM. En octubre recibió el Reconocimiento de la Red de Ingeniería de Software y Bases de Datos por haber dirigido el proyecto de “Sistema de Consulta de la Hemeroteca Nacional de México”, que fue el ganador de la categoría de “Metodologías o buenas prácticas en el desarrollo de un producto de software o de bases de datos, terminado y en funcionamiento”, y en marzo de 2020 fue distinguida con el reconocimiento Sor Juana Inés de la Cruz.
En lo personal, admiro mucho a Ana Yuri. Siento una gran satisfacción por las pequeñas contribuciones que he podido hacer a su desarrollo profesional. Es una mujer muy profesional, de gran liderazgo, que ha sabido sortear los difíciles retos que se le presentan a los responsables TIC de nuestra universidad, es decir, a los compañeros con quienes desde esta dependencia interactuamos en el día a día, que nos piden servicios centrales, pero que son la cara de las TIC en la institución ante los usuarios finales, la comunidad universitaria, y los directivos académicos de las entidades en las que colaboran.
El martes 22 de septiembre de 2020, la Mtra. Ana Yuri Ramírez Molina compartió sus experiencias y las buenas prácticas a las que ha recurrido en su trayectoria profesional, como ponente del seminario mensual de la Red de Ingeniería de Software y Bases de Datos bajo el título de “Aplicación de buenas prácticas de Ingeniería de Software en la Biblioteca Nacional de México”, consultable en https://www.youtube.com/watch?v=qSeio1nJYJw
Es un orgullo que una exbecaria de la DGSCA tenga este nivel de calidad profesional. Si se revisa el material, podrá notarse que Ana Yuri organizó claramente sus ideas y experiencias y estructuró una presentación cronológica de los distintos retos que ha enfrentado en el Instituto de Investigaciones Bibliográficas. Como compañeros desde la DGTIC podemos aprender mucho de esas experiencias, por eso recomiendo ampliamente el análisis de este material, del que he aprendido varios tips y podré aplicar en mis retos laborales.