30 de junio de 2023

Disciplinas para agilizar procesos 

Disciplinas para agilizar procesos 

Vanessa Amaya Uribe

Por Luis Alberto Hernández 

El desafío de crear productos digitales que se adapten a las necesidades del usuario puede abordarse con la implementación de métodos y disciplinas libres de viejos paradigmas.

El Design Thinking (pensamiento de diseño) y el Scrum sirven para mejorar tanto los procesos como la colaboración entre los miembros de un equipo de trabajo encargado de la creación de un producto.

En la sesión titulada Agilidad con Design Thinking y Scrum: retos innovando productos digitales del Seminario TIC, la ingeniera Vanesa Amaya Uribe, business analist & agile trainer en Scrum México, explicó que el Scrum es un marco de trabajo que ayuda a cumplir con la agilidad, a emitir soluciones adaptables a problemas complejos y tener un estilo de planeación y generación de productos de valor a corto plazo, el cual inicia con la creación de un product backlog: listado de tareas durante el desarrollo de un proyecto.

Después se generan los llamados sprints, es decir, reuniones de trabajo en las que se detectan obstáculos, se plantea cómo resolverlos y se asignan tareas.

El Design Thinking, expuso la especialista, es una disciplina que está hecha para sensibilizar a los colaboradores sobre las necesidades, inquietudes o problemas a resolver del target al que se dirige la empresa. Se compone por cinco etapas:

  1. Empatizar. Comprender el perfil del usuario o cliente.
  2. Definir. Cómo interpretamos lo que vimos en la empatía para buscar sentido al producto que atacará el problema o reto.
  3. Idear. Generar ideas, refinarlas y sintetizarlas a manera de hipótesis. Se incluye la tecnología disponible, la factibilidad técnica y capacidad del equipo encargado o cómo se puede crecer.
  4. Prototipar. Cómo hacemos tangible las ideas ya sintetizadas.
  5. Probar. Es la etapa final en la que  se determina el prototipo a evaluar.

¿Cómo se combinan? Las etapas del pensamiento de diseño se aplican para la creación del Product Backlog, cuya primera versión funge como el prototipo del producto (etapa cuatro del Design Thinking).  Finalmente, una vez que se determinó cuántos sprints se requieren para desarrollar el producto y que el prototipo fue revisado, se recibirá la retroalimentación en la etapa de prueba o testeo del Design Thinking, concluyó.

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